viernes, 3 de diciembre de 2010

The Art Of Seduction


Nombre: Art of Seduction / jakkobui jansok (작업의 정석)
Género: Comedia, romance
Nacionalidad: Corea
Dirección: Oh Ki Hwan
Año: 2005
Cast:
Seon Ye Jin – Han Ji Wan
Song Il Guk – Seo Min Joon

Sinopsis:
Ji Wan y Min Joon son dos adultos con carreras prometedoras y con una afición en común, la de conquistar el corazón de quien se propongan. Y ambos son muy buenos en ello. Ji Wan trabaja en un banco y es especialista en fingir ser una chica inocente y pura para conseguir grandes beneficios en el trabajo y en su vida personal. Min Joon es arquitecto y su padre tiene suficiente dinero para que no tenga que trabajar en su vida, por lo que dedica su vida a conquistar a mujeres fáciles hasta que estas dejan de divertirle. Pero, ¿qué pasará cuando ambos decidan que el otro va a ser su próxima víctima?

Opinión personal:
The Art of Seduction es una de esas películas que se convierten en éxito de taquilla en Corea por su aire picantón y por el estilo de típica comedia romántica coreana. Pero para el ojo occidental, o al menos para mí, tiene un problema, cuando termina la película te quedas como al principio y sientes que en 2 horas de película ni los personajes han avanzado ni la historia cambia nada de la vida de los personajes. Y eso me ha dejado totalmente descolocada y, en cierto modo, mosqueada.

Ji Wan es una chica moderna y libre que no se somete ni a su familia ni a los hombres. Su felicidad personal va antes de todo y no está dispuesta a dejarse dominar, ni siquiera por su prometido, que por otro lado lo tiene bastante asumido. Conoce a la perfección, o eso cree, a los hombres y es capaz de prever cualquier movimiento de estos así que cuando se encuentra con Min Joon lo considera un reto aún mayor, ambos son unos jugadores y ninguno de los dos está dispuesto a perder en este juego al que tan acostumbrados están. La actriz, Seon Ye Jin, es la protagonista de uno de los últimos dramas que me decepcionaros, Personal Taste, y aquí hace de un personaje totalmente opuesto. Mientras que Park Gae In era una chica inocente que creía ciegamente en el amor y temía a su padre por encima de todo, Ji Wan es una chica independiente y autosuficiente que no cree en el amor ni en nada que se le parezca y que solo quiere aprovechar el tiempo antes de tener que casarse con el hombre que han elegido sus padres. Y tengo que reconocer que me ha gustado como ha llevado el papel, cambiando de la dulce e inocente Ji Wan a su auténtica personalidad cada vez que no había un hombre cerca.

Min Joon es el típico playboy, dispuesto a hacer cualquier cosa por la chica a la que está intentando conquistar, aunque en realidad no sienta nada por ella y la vaya a dejar en dos o tres días. No está dispuesto a perder a una presa nunca, y por eso le resulta tan entretenido seguirle el juego a Ji Wan. Nunca se había medido con una mujer que le pudiese seguir el juego y esto le interesa muchísimo, convirtiéndose en prácticamente el hombre perfecto. Lo que no se espera es que a lo largo del camino va a empezar a realmente sentir algo por Ji Wan, o eso parece pasar porque tampoco queda muy claro. Ante todo, no está dispuesto a ceder ante las pruebas de Ji Wan y al final acaba cayendo enfermo por seguirle el rollo. Su mayor apoyo es su padre, tan playboy como el mismo y con tanto dinero que Min Joon no tiene realmente que trabajar si no quiere.

Hasta aquí parece una película normal, entonces, ¿por qué digo que la película no avanza? Pues básicamente porque después de toda la película siguiéndose el rollo, después de que acaben acostándose juntos ella no tiene otra cosa que desaparecer, y de repente hay un salto temporal de 3 meses que nos deja aún más confundidos y no nos aclara si están juntos o no, más bien nos deja preguntándonos si han avanzado algo durante la película o ahora siguen siendo 2 playboys en busca de presas. Ni siquiera la historia con el prometido de Ji Wan avanza, ya que su última escena es muy parecida a una que hay al principio de la película, dejándonos una sensación de deja vù indescriptible.

Los secundarios son bastante curiosos y divertidos, el padre de Min Joon es tan playboy como su hijo y se pasa el día cambiando de mujer con la ayuda de su hijo, la mejor amiga de Ji Wan es bastante libre y mística, aunque así ayuda a Ji Wan en todos sus extraños planes, y el prometido de Ji Wan es un pobre idiota que intenta separar a los dos protagonistas, aunque acaba naufragando en la isla Jeju con un flotador y una barca hinchable. Los tres le dan un punto más cómico a la película, ya que la relación de los dos protagonistas no es estrictamente cómica como podemos ver en otras películas.

En definitiva, una película que empezó muy bien pero que se va desinflando conforme pasan los minutos, dejándote con ganas de más, o más bien, con ganas de que la película termine de verdad, no ese pseudo final que no acaba de convencer.

Nota: 6/10
OST: 5/10

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