Lo que Harry Mason no vió...

Título: Silent Hill Origins (Silent Hill Zero en Japón)
Plataforma: PSP y PS2
Fecha de lanzamiento: 2007 para psp y 2008 para ps2

Argumento: Travis Grady es un camionero que vive una experiencia extraña al llegar al pueblo Silent Hill, una niña se cruza en el camino del camión pero cuando Travis baja a ver qué ha pasado no encuentra nada, solo un extraño reflejo en el espejo retrovisor de su camión. Así empieza una aventura de exploración personal, intentando, sin quererlo, encontrar aquello que lo atormenta desde que es un niño en forma de familiares pesadillas.

Opinión personal: Silent Hill Origins es la 5 entrega de la serie, sin contar las versiones para móvil, y la última que he podido disfrutar. Lo que más me llamaba la atención era que se encontraba en el mismo momento temporal que el excelso Silent Hill primigenio así que esperaba poder indagar algo más en la historia de Alessa y la secta que quiere usarla para traer el mal. Pero SHO no trata de eso, su objetivo no es despejar nuestras dudas, guardadas durante más de una década, sino de una historia paralela, con ciertos puntos en común pero no se necesita de una para entender la otra. Y quizás eso es lo que menos me haya gustado del juego, yo esperaba de verdad disfrutar de una versión del Shattered Memories de Wii desde otro punto de vista pero tendré que seguir esperando a mi sesión de terapia con Harry Mason en la sobremesa de Nintendo. En SHO se nos presenta una historia digna de la saga, Travis tuvo una infancia traumática que ha preferido olvidar pero que vuelve a él cada noche en forma de pesadillas a las que no consigue encontrarle sentido. Por eso, este viaje a través de los dos mundos que conviven en Silent Hill le ayudará a recordar lo que ocurrió y podrá seguir adelante...si consigues el final bueno del juego. A través de los diferentes escenarios, el hospital, el teatro y el motel, experimentaremos flashbacks sobre nuestra infancia y sobre lo que tuvimos que vivir, como nuestra madre quiso matarnos porque nos consideraba un demonio y cómo nuestro padre se suicidó al no poder soportar ver a su esposa enferma. Todo ello mientras ayudamos a Alessa a conseguir el artefacto piramidal que nos quitó Kaufmann en el uno. Al contrario que en otros SH, aquí los personajes secundarios no tienen tanta importancia. Nos encontraremos con Alessa, que aparecerá después de cada Boss para darnos algún sustillo que otro, y con Lisa Garland y el dr. Kaufmann, muy conocidos para los que hayan jugado al primero SH. Mientras que en los primeros SH las experiencias con los personajes secundarios eran motivo de afloración de sentimientos profundos, aquí lo máximo que vamos a  sentir es extrañeza al encontrarte a Lisa allá donde vayas o cuando la encuentras en la cama con el doctor o indiferencia ante un extraño doctor.
En cuanto a la jugabilidad, la verdad es que después de experimentar el movimiento de cámara del SHH, jugar a este Origins es desesperante, la cámara es malísima y más de una vez nos llevaremos un buen golpe por no poder mirar hacia delante. En cuanto a las armas, seguimos teniendo a nuestra disposición el mejor arma de todo SH, el pisotón, capaz de hacer lo que una escopeta no puede. Además podremos golpear a los monstruos con cualquier cosa, desde una tostadora hasta un revólver magnum. Las armas se destruyen, algo que no pasaba en los anteriores SH, y es que si Heather era invencible con una katana y un buen pisotón, Travis acabará pronto con el arma y tendrá que recurrir de nuevo a sus galletas, y es que si hay algo entretenido en el juego es irte hacia una Nurse y partirla al ritmo de GALLETA GALLETA (pega los puñetazos de dos en dos con un GRAN retraso entre dos y dos), eso sí, sin el pisotón la Nurse se levantará a por ti de nuevo. El nivel de dificultad en los puzzles no es extremo pero tampoco es de los más fáciles. Encontraremos varios muy entretenidos, como el de las pastillas y las habitaciones del hospital.
Si hay algo que he echado en falta son las "cosas" por la cara...en anteriores SH podías encontrar datos, sustos o imágenes que no eran obligatorias, necesarios y/o agradables, pero te dejaban con los ojos como platos y las bragas por el suelo. Ejemplos como la decapitación de un maniquí o que tras golpear 3 veces la puerta de un baño al azar alguien te responda desde dentro eran señas de identidad de la saga y con este se han perdido.
Pero si hay algo que no ha decaído ni un ápice y me atrevería incluso a decir que ha mejorado eso es la banda sonora. Akira Yamaoka vuelve tras 8 años a los ritmos más musicales que disfrutamos en la primera entrega, dejando atrás los sonidos metálicos que nos sirvió desde la segunda entrega. Podremos estar viviendo un momento de tensión absoluta o acción mientras nos llega a los tímpanos una suave melodía amenizada, de nuevo, por Mary Elizabeth McGlynn.
Los enemigos de este Origins siguen en la línea del resto de SH. Personajes deformes, sin cara, en carne viva, que desearán hacernos el camino lo más difícil posible. El más pesado, sin duda, el denominado Toro, una especie de perro gigante que arrastra la cabeza sin ojos y te enviste como si estuvieras en San Fermín. Tendremos a nuestras queridas Dark Nurses (pero las Nurses no nacieron después de la muerte de Lisa Garland y aparecieron por primera vez en el SH2?), unos personajes de los que solo veremos la sombra y un corsé, dos personas pegadas por la espalda y el primo de zumosol del famoso Pyramid Head, el Butcher, que se encargará de aterrorizarnos matando a sus compañeros y que se enfretará a nosotros en la diminuta carnicería. Además, si conseguimos el final malo veremos como nuestro protagonista se convierte en el propio Butcher. 


Y, en definitiva, esto es todo lo que puedo decir de SHO, un juego para abrirnos boca antes de disfrutar del esperado Shattered Memories y que nos deja con algún que otro interrogante más sobre la extraña Alessa y la sociedad de Silent Hill.

Nota: 6'5/10